Nuestra Historia
Presentación de Nuesto Fundador
Mi nombre es Luis, nacido y criado en la hermosa ciudad de Santiago de los Caballeros, República Dominicana. Desde pequeño he tenido mascotas, desde perros hasta tortugas. Recuerdo que una vez tenía un gato entrenado por mí, un niño de 7 años que su más fuerte habilidad de entrenamiento era que subieran a buscar la comida a mi mano cuando la levantaba. El pollo pinto que tenía hacía lo mismo, el perro, la paloma, las tortugas y naturalmente los peces subían a la superficie. Siempre he estado rodeado de animales y eso me ayudó de formas que personalmente puede que hasta desconozca.
Viví en Santo Domingo y actualmente vivo en Estados Unidos. Soy fundador de Cachorros RD, empresa que desde sus comienzos en 2012 tuvo un enfoque en los humanos y su desarollo, luego en las mascotas. Luego explicaré el por qué de esta afirmación que puede mal interpretarse, sin embargo es en nuestra organización, el corazón que bombea nuestros motivos.
Todo surgió en Santo Domingo, en el Pet Shop de un amigo cuando en mi break de trabajo fotografiaba las mascotas que ahí tenía. En Facebook una amiga de Santiago que vió las fotos me preguntó si la ayudaba a conseguir un Gran Danés, uno de los perros más grandes que existen. Inmediatamente hablé con el dueño del Pet Shop y cerca del local había un señor que tenía 2 cachorros de 4 meses, eso sí, a esa edad ya me sobre pasaban la rodilla de tamaño, eran inmensos. Tomé las fotos, se las envié y le dije que iba todos los fines de semana a Santiago, podía llevarle el cachorro el sábado. Me preguntó el precio y cuando me enteré le dije: "no es un perro barato", y le di el precio. Su respuesta inmediata fue: "Te espero el sábado". Arreglé todo para que cada quién reciba su porción del pago y llevar este perrote a Santiago.
El camino fue bastante intenso, como podrán entender un perro de ese tamaño va a hacer de las suyas en el vehículo, pero el camino se hizo corto y más ameno con él acompañándome. Creo que hasta cantamos juntos alguna canción de Silvio Rodríguez de camino. Llegué con olor a perro sonriendo estúpidamente. Nos desmontamos y olvidé de inmediato la mierda que tuve que recoger en el camino. Lo que nunca olvidaré fue la expresión facial de mi amiga cuando miró su mascota corriendo hacia ella. Nunca había entregado algo que produjera tanta felicidad en una persona. Había sido vendedor de equipos ferreteros, tuve un negocio de ventas de cosas para el hogar, vendía frutas de mi patio en el vecindario a mis 5 años. Pero nunca vi el rostro de alguien cambiar tanto como es día que entregué ese cachorro. Me marcó y me hizo tan feliz que me dije: "quiero repartir felicidad por el resto de mi vida". De ahí en adelante ese se volvió el lema que representaría lo que hoy es el núcleo de mis esfuerzos.
El camino ha sido pan comido... o más bien, sin usar sarcásmos, ha sido un tanto fuerte pues como sabrán ya, en nuestro país no existen regulaciones para lograr hacer este tipo de trabajo de forma organizada. Hice muchos esfuerzos por organizarnos como criadores, muchas reuniones en diferentes partes del país para lograr entender cómo piensan quienes ya estaban dentro de este mundo y mirar cómo podíamos unirnos para lograr más para las mascotas y para nosotros como asociación. No sabía lo difícil que era reunir tantas personas y lograr que se unan a una causa. Luché por varios años hasta que al final escuché el consejo de un amigo quien tiene basta experiencia en el sector, al cual también respeto y aprecio mucho, con el cual había tenido varias reuniones. Lo comparto para todos aquellos que estan empezando un emprendimiento y tienen sus sueños en lo más alto, me dijo: "Trata de enfocarte en ti primero y en tu negocio. A veces el ser humano no entiende cuando alguien quiere lograr algo y la única reacción es atacar y destruir. Sigue trabajando en ti". Les confiezo que justo ahora escribiendo esa frase me llegan a la mente los amargos recuerdos de lo mal que se sentía querer lograr cosas en conjunto y recibir tantos problemas de vuelta, gratis. Por eso hice de ese consejo un estilo de vida y de ahí en adelante fundamos los valores que hoy serían los fundamentos de Cachorros RD.
La demanda de mascotas cada día iba aumentando de una forma que no podíamos casi cubrir, todo se iba reinvirtiendo en mejorar nuestra estructura para poder ofrecer cada vez más calidad. Nos suplíamos de criadores de todo el país y cometimos muchos errores, algunos nos hicieron replantearnos como empresa. Muchos de los criadores con quienes trabajabamos no tenían ningún estándar de cría y cuidado responsable, nos econtramos garantizando cachorros que no nos garantizaban a nosotros. Muchos debíamos cubrirles el cuidado veterinario, que sobrepasaba cualquier beneficio que tuvieramos en solo 1 día de internamiento. Nos vimos atacados por las redes sociales en muchas ocasiones por casos que eran falsos y se reposteaban a toda velocidad por personas que siquiera investigarían la otra versión de la historia. El linchamiento social que se nos hizo fue tal que muchos de quienes trabajaban con nosotros lloraban en plena oficina porque sabían que estaban dándolo todo. Aquello que tanto nos había costado estaba siendo destruido por el ruido de las redes sociales que en vez de darnos por vencidos, terminaron siendo un alerta para mejorar.
Desde ese momento creamos nuestro contrato de garantía de salud y pureza, donde detallamos los cuidados que necesita un cachorro. Nos dimos cuenta que la mayoría de las personas no leían el contrato, así que hicimos unos broshures digitales para enviarlos en el momento de la entrega, además de repetir en persona, por WhatsApp y por llamada estos cuidados básicos. Depuramos la lista de criadores y nos quedamos con quienes cumplían con normas de cría responsables y daban garantía de salud. El problema que seguía sucediendo no era nuestra especificación clara de las cosas, aunque seguíamos entregando a una edad ideal para los cachorros. Llegamos a la conclusión de que nuestro país estaba en un cambio emocionante, pero necesita aún educación al respecto. La adquisición de cachorros en ocasiones se hace por capricho, no se les da el cuidado intenso que requiere un perro hasta sus 5 meses por lo menos. Algunas personas dejaban sin alimentar al cachorro por mas de 12 horas, los mezclaban con otros animales en la casa y muchos los llevaban a la playa y rios sin tener su calendario de vacunas inicial completo. Para completar el panorama, cuando se enfermaban nos llamaban luego de 2 semanas diciendo que nunca habían salido de su apartamento. Por suerte existen las redes sociales que nos ayudaban a entender este comportamiento. El país necesita educación para LOS DUEÑOS de mascotas. Necesitábamos otra estrategia.
El éxito que tuvimos dando seguimiento diario por las primeras semanas luego de entregadas las mascotas fue bestial. Los casos de enfermedades bajaron casi a cero y si sucedía alguno nos encargabamos de inmediato con nuestros criadores que sí estaban siendo responsables. Educamos a cada dueño de mascota para empezar una nueva vida con el cachorrito enseñandole que no basta con siempre haber tenido perritos en casa, se trata de darle un amor genuino. De ahí en adelante nuestro compromiso se hizo más sólido y nunca paramos de ofercer mejor calidad de vida a cada persona que se acercaba a nosotros. Se volvió nuestra mayor fortaleza, hasta el punto que contamos con cientos de historias en toda la República Dominicana, Estados Unidos y otros paises que nos recuerdan que el trabajo duro y dedicado sí paga con creces. Hemos formado una comunidad de dueños de mascotas sana y abundante.
Actualmente seguimos trabajando porque sabemos que siempre hay espacio para mejoras contínuas. Me alegra contar con un equipo de trabajo que ve el bienestar de las mascotas y las relaciones humanas como algo más importante que cualquier otro logro. Me llena de satisfacción saber que hemos crecido. Quiero agradecer con el corazón en la mano a aquellos que siempre confiaron en nosotros en los momentos mas difíciles que afrontamos, aquellos que nos apoyaron y todo el personal que ha pasado por nuestra empresa dándo mucho de sí. Nuestros brazos siguen abiertos para ustedes y nunca olvidaremos lo mucho que hicieron. Somos quienes somos pór el personal anterior, el actual y toda nuestra comunidad. Ha sido un viaje maravilloso y con emoción les cuento que esto ahora está empezando.
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